En esta entrega de la serie “Dimensiones del Impacto” vemos otro reporte del Center for Media and Social Impact (CMSI por su nombre en inglés) llamado “Social Justice Documentary: Designing for Impact.” (Documental de Justicia Social: Diseñando para el Impacto) Escrito en 2011 por Jessica Clark y Barbara Abrash, este reporte, busca promover modelos para medir el impacto de documentales, sintetizando esfuerzos previos y desarrollando un marco para evaluar, en un ambiente complejo de medios en redes.

El estudio del CMSI “Social Issue Documentary: The Evolution of Public Engagement” (Documental sobre problemáticas sociales: La Evolución del Involucramiento Público), publicado en 2009, resalta los circuitos de circulación en expansión, a través de los cuales un documental y sus mensajes pueden viajar -incluyendo sitios web, canales de medios de comunicación sociales y proyecciones no teatrales. “Diseñando para el Impacto” reflexiona más extensivamente sobre los rápidos cambios en los medios de comunicación durante la última década, incluyendo el creciente número de escenarios (teatro, televisión, computadoras, teléfonos móviles, etc.), plataformas de distribución y  públicos potenciales que se pueden formar alrededor de una película.  ”Los documentales viajan diferente en este nuevo ecosistema de medios”, argumenta el reporte. “Ellos también pueden desempeñar un rol moldeando de su desarrollo.”

Uno de los argumentos clave de “Diseñando para el Impacto” es que los cineastas necesitan adaptar sus prácticas a este nuevo ambiente de medios en redes, en ambos términos, en cómo conciben y producen proyectos, y en cómo miden el impacto. Por ejemplo, los cineastas que tratan temas sociales pueden adoptar métodos de diseñadores de productos y de desarrolladores de software, definiendo en primer lugar el problema que desea tratar, para después adoptar un enfoque iterativo que incorpore la retroalimentación de compañeros y otros usuarios del documental. Las herramientas del pensamiento de diseño y diseño centrado en el ser humano (como se popularizó por la firma de diseño IDEO) puede ser utilizada por los cineastas para integrar directamente evaluaciones en todas las etapas del proceso de filmación, permitiéndoles atraer a los involucrados más profundamente y con mejor entendimiento de “cómo un video o campaña pueden ser más representativos y llegar a un público en específico”.

 

Extracto de “Diseñando para el Impacto”

Como reinventado para los documentales de índole social, los pasos en el pensamiento de diseño pueden incluir:

  • Definir el resumen del proyecto—El pensamiento de diseño se enfoca a identificar nuevas soluciones. ¿Qué problema resuelve la película?

  • Diseñar con usuarios—El pensamiento de diseño se centra en los usuarios. Las encuestas, entrevistas y observación antes de la producción pueden ayudar a revelar cómo los usuarios van a poner a trabajar un proyecto de documental en políticas, educación y configuración cívica.

  • Construir el equipo de producción—El pensamiento de diseño es multidisciplinario, al igual que la producción de video. Los documentalistas deben de pensar de forma colaborativa; involucrar a los usuarios, participantes, investigadores y, desarrolladores en cada etapa.

  • Prototipos—El pensamiento de diseño es iterativo. Los productores de video deben rodar con guiones de prueba, videos cortos, campañas con los usuarios para pensar como su campaña y su plataformas les pueden ayudar a cumplir la misión.

  • Comprender los límites—El pensamiento de diseño incluye una aguda concientización de los límites del proyecto. Los documentalistas, deben de considerar el atractivo, la factibilidad, y viabilidad de su película o campaña, y cuánto tiempo tomará cada fase. 

  • Evaluar y luego iterar—El pensamiento de diseño depende tanto de las medidas cualitativas como cuantitativas para determinar si la solución de diseño está funcionando, o debe ser reestructurada.

 

A partir de seis casos de estudio a profundidad, el papel pasa a un mapa del “estado de arte de las metodologías para el diseño estratégico y la evaluación de documentales”, incluyendo tanto los enfoques cuantitativos y cualitativos. Los métodos cualitativos mencionados incluyen el análisis de la cobertura de los medios, la participación y el diálogo, observaciones de campo, actividades reportadas después de ver, nuevas asociaciones y visualizaciones de redes emergentes con base en comunidades. El propósito del análisis cualitativo es “reunir y sintetizar las anécdotas en tendencias y resultados.” La métrica cuantitativa incluye números y la diversidad de espectadores a través de plataformas, ventas, inversión de fundaciones y donantes, menciones de la película en los medios de comunicación y el número de usuarios que participan. Las métricas también reflejan la necesidad de dar cuenta de las prácticas organizativas tanto dentro como fuera de internet. 

Algunos de los gráficos incluidos en el informe ofrecen preguntas de diseño estratégico útiles que los cineastas pueden hacerse durante el proceso para asegurarse de que están trabajando para lograr las metas de impacto que han establecido. Estas incluyen:

  • ¿Qué problemas aborda el video?

  • ¿A qué grupo de usuarios informará, comprometerá y potencialmente movilizará el filme? ?

  • ¿Cómo se relacionan las elecciones estéticas y narrativas con los resultados esperados? 

  • ¿Cómo pueden involucrar los productores de video a los usuarios potenciales para evaluar y responder a las narrativas, herramientas educativas y los llamados a la acción?

 

 

Como otros reportes que hemos cubierto, “Diseñando para el Impacto” arguye que los métodos de evaluación de impactos deben variar en función de los objetivos del productor de video, lo cual es “confuso para aquellos que esperan encontrar un solo criterio.” Pero también sostiene que es necesario un “enfoque metodológico más estandarizado donde se combinen las fortalezas” de las evaluaciones cualitativas y cuantitativas para lograr una evaluación más consistente a través de los proyectos. Esto parece ser una de las tensiones básicas sin resolver subyacente en la evaluación del impacto de medios: la necesidad de un marco de trabajo que combine ambas métricas, cualitativas y cuantitativas, adaptable a metas específicas de un proyecto, y lo suficientemente universal para permitir una consistencia a través de los proyectos.

Nuestros retos al medir el impacto del trabajo de Video para el Cambio son casi idénticos, aunque se complican por la amplia variedad de prácticas en el campo. ¿Podemos desarrollar un marco de trabajo lo suficientemente flexible de tal manera que se pueda usar por el video participativo, los ciudadanos periodistas, videoactivistas y testigos de videos? Y quizá lo más importante, ¿cómo podemos agilizar la medición del impacto de modo que sea en menos tiempo y requiera de muchos menos recursos? 

Las herramientas del pensamiento de diseño abordan algunos de estos retos mediante la ruptura de la evaluación en piezas más pequeñas e integrándola directamente en los procesos de planificación, investigación y producción. Pasar por diversos ciclos de evaluación y de iteración asegura que un proyecto de video siga manteniendo los objetivos y permite potencialmente a los líderes del proyecto capturar el impacto del proceso en lugar de centrarse exclusivamente en el (los) producto(s) terminado(s). Como Jessica Clark articula en otro informe de CMSI, Public Media 2.0 (Medios Públicos 2.0), “La gente viene como participantes en un proyecto de medios y termina reconociéndose a sí misma como miembro de un público, un grupo de personas comúnmente afectadas por un problema.” Dicha formación de “nuevos públicos” pueden ser mucho más efectiva si las perspectivas de los participantes son reconocidas en todo el proceso de producción y no simplemente después del lanzamiento de una película. Este enfoque también parece ser particularmente adecuado para el “ecosistema de medios en red”. Al diseñar proyectos de forma iterativa y en colaboración, ambos productores de video y participantes de Video para el Cambio pueden ser más responsivos a los hábitos de medios cambiantes, de los participantes y usuarios. Ellos también pueden jugar un rol más grande en rediseñar el ecosistema mediante el fomento de nuevas capacidades y nuevos circuitos de circulación.

En un momento en que la atención se dirige a las películas documentales de gran éxito de taquilla que ayudan a generar un cambio en la política o encienden un amplio debate, parece que esta forma más sutil de impacto – la configuración del desarrollo de los ecosistemas de los medios de comunicación – es a menudo pasado por alto. Sin embargo, es un área donde la mayor parte del trabajo de Video para el Cambio tiene su mayor impacto, al ampliar el acceso a los medios y atraer a nuevas voces en la concientización pública. Este tipo de trabajo tiene el potencial no sólo para crear conciencia en torno a temas específicos, pero también para desafiar el modelo de difusión de arriba hacia abajo y transformar nuestros sistemas de medios de comunicación en foros públicos inclusivos y democráticos. La medición de este tipo de impacto puede requerir un enfoque más colectivo que abarque una amplia gama de proyectos y organizaciones, pero también podría ayudarnos a articular mejor, como un campo, el impacto más importante a largo plazo de nuestro trabajo.